Desarrollo de las mascotas en los Juegos Olímpicos Modernos

Desde que Pierre de Coubertin recuperara la idea de celebrar unos Juegos Olímpicos en 1896, los primeros Juegos de la Era Moderna, los ideales del Olimpismo han podido trascender el ámbito estricto del recinto deportivo en el que se celebraban y convertirse en los grandes acontecimientos culturales que hoy conocemos.

La trascendencia que ha adquirido la celebración cada cuatro años de esta gran fiesta que son los Juegos Olímpicos ha superado los límites del deporte como competición. Existen diversos símbolos utilizados en los Juegos de los que cada uno cumple unas funciones concretas dentro del universo de las Olimpiadas. Todos estos símbolos se utilizan en los Juegos Olímpicos como emblemas del espíritu olímpico; son transmisores de los ideales olímpicos que Pierre de Coubertin recuperó en 1896 cuando se realizaron los Primeros Juegos de la Era Moderna y que todo el mundo identifica con los ideales del espíritu olímpico.

El primer antecedente conocido como mascota olímpica hizo su aparición en Grenoble, en 1968; se llamaba Schuss. Mitad personaje y mitad objeto, era el fundador y el antepasado directo de una nueva dinastía destinada a florecer y que, actualmente, forma parte de la fiesta olímpica. Todas las ciudades candidatas a la organización de los futuros Juegos Olímpicos tienen ya en sus expedientes el proyecto de su mascota cuando se inician los trabajos de preparación de los Juegos.

Schuss, Grenoble 1968


La palabra "mascota": Se trata de un término derivado del provenzal, que apareció en los diccionarios franceses a finales del siglo XIX. La palabra se difundió tras el éxito obtenido por la señora Grizier Montbazon en una opereta que llevaba por nombre "La Mascotte", compuesta por Edmont Audran en 1880. Ante el éxito de la cantante, los joyeros no tardaron en ofrecer un dije de brazalete que representaba a la artista vestida con el traje de su papel. El éxito de la joya fue inmediato. La mascota, que en su significado provenzal podía traer buena o mala suerte. En la siguiente Olimpiada, Waldi, el perro teckel de los Juegos Olímpicos de 1972 en Munich, recibió el título de mascota oficial, convirtiéndose en un eficaz instrumento de comunicación, en un importante apoyo comercial y en una buena fuente de ingresos.

Desde entonces, la existencia de la mascota oficial está regulada por la Norma 61 de la Carta Olímpica. En la preparación de cada uno de los Juegos Olímpicos hay un importante trabajo de selección y adecuación de la mascota tanto a los ideales olímpicos como al país anfitrión y posteriormente, dos años antes de que se inicien los Juegos en el país anfitrión, se produce la explotación comercial de la misma a modo de campaña publicitaria.

La mascota la podemos ver estampada en camisetas, con forma de llavero, en un precioso broche de oro y así sucesivamente podríamos continuar hasta llegar a un sinfín tanto de objetos comerciales como identificadores de instituciones del tipo del Centro de Estudios Olímpicos y del Deporte (CEO). Pero teniendo en cuenta que por muy resonante que sea desaparece cuando finalizan los Juegos que ha encarnado.

Waldi, Munich 1972


Amik el castor fue elegido como la mascota oficial de los Juegos Olímpicos de Verano de Montreal, de 1976. 'Amik "en lengua indígena significa castor. El castor siempre ha sido asociada con el trabajo duro. El castor fue diseñado estilizado en negro con una banda roja que contiene el símbolo olímpico. Como todas las mascotas olímpicas, Amik invadió rápidamente el mercado. En todas las tiendas de souvenirs de Montreal podía encontrarse un Amik, lo mismo que en los aeropuertos, calles, lobbies de hoteles, etc. Con la imagen de Amik se imprimieron miles de tarjetas y se confeccionaron toda clase de prendas.

Amik, Montreal 1976


La primer gran mascota en los Juegos Olímpicos fue Misha en los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú. Misha, diseñada por Victori Chizhikov (a partir de este momento las mascotas olímpicas serán diseñadas por prestigiosos diseñadores), se utilizó ampliamente durante la ceremonias de apertura y clausura, había un programa de televisión de dibujos animados y apareció en varios productos de la merchandising. La mayoría de las mascotas olímpicas son uno de los productos principales en el desarrollo del programa de comunicación de los Juegos Olímpicos. Bien desarrollados pueden reportar en millones de dólares en la comercialización y la concesión de licencias. La mayoría de los productos destinados a los jóvenes se centra en las mascotas, en lugar de la bandera olímpica o logotipos de la organización.

El oso 'Misha' tiene el nombre completo Mikhail Potapych Toptygin. Se estrenó el 19 de diciembre de 1977. Misha fue presentado en cientos de pines, como un juguete de felpa, un sello, en plástico, porcelana, caucho, madera, vidrio y metal. Para llegar a su elección se contó con más de 45.000 cartas con propuestas de animales, coincidiendo una mayoría de ellos en la propuesta del oso.

Misha Moscú 1980

El águila 'Sam' se convirtió en la mascota de los Juegos de Los Ángeles de 1984. Robert Moore y sus colaboradores de Walt Disney Productions, seleccionaron el águila y diseñaron la mascota y el objetivo de utilizar un personaje de estas características fue principalmente dirigirse mediante esta pieza de comunicación a los niños, ya que la identidad del programa estaba dirigida casi exclusivamente a los jóvenes y adultos. Expresa el alegre optimismo del espíritu olímpico, simbolizando al mismo tiempo a Estados Unidos pues el águila es el emblema nacional. Es una mezcla de Tío Sam y de águila; el águila que ha sido infantilizada recibe las influencias de los símbolos propios de Tío Sam, con los anillos olímpicos en su sombrero. En el pecho de Sam podemos leer la leyenda "Go for fue gold", símbolo competitivo representativo de las expectativas de los norteamericano en relación a los Juegos Olímpicos ya en época de fin de la Guerra Fría.

Sam, Los Ángeles 1984

Hodori, la mascota de los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl, Corea del Sur, representa el lado amable de un tigre, que está presente en muchas leyendas coreanas. El "ho" en Hodori coreano proviene de la palabra tigre y "Dori es un diminutivo masculino común. Los anillos olímpicos adornan el cuello de Hodori, y utiliza un "Sangmo" sombrero tradicional. El detalle en su sombrero en forma de "S" significa Seúl. Diseñada por Kim Hyun, para ser bautizada esta mascota fueron necesarios 2.295 nombres sugeridos por el público, hasta encontrar el adecuado y la participación de un jurado formado por 11 expertos en folclore, zoólogos, periodistas y dos extranjeros que llegaron a la conclusión de que éste era el mejor nombre.

Hodori, Seul 1988

Los españoles no aceptaron inmediatamente a "Cobi", el perro surrealista de los Juegos Olímpicos de Verano de Barcelona, que fue diseñado por Javier Mariscal. La popularidad de Cobi creció lentamente y al final de los Juegos fue universalmente querido por los españoles y el resto del mundo. Hasta la presentación de Cobi como mascota olímpica todos estos emblemas habían sido producto de la gran fábrica de Walt Disney, pero la mascota de los Juegos de Barcelona rompe con esta tradición. La importancia del diseño de la mascota olímpica se ve incrementada por el hecho de que no sólo es representación de unos Juegos Olímpicos sino que también representa a la ciudad y al país anfitrión de los mismos. En el caso de la elección de la mascota de Barcelona '92 las características rupturistas y la controversia que desató por su diseño vanguardista, propio de una ciudad líder en diseño, condicionaron la aceptación de Cobi como emblema olímpico. Se trataba de una mascota moderna, producida en el ámbito de la diversidad y de la mezcla cultural, que despertaba una respuesta controvertida y fuertes discusiones sobre todo al principio. Finalmente, se aceptó la propuesta de Mariscal porque su autor la supo adaptar a los principios básicos del diseño, creatividad, racionalidad y control en el proceso creativo (tuvo que ser adaptado por Josep María Trias, creador del logotipo de Barcelona '92), y porque representa el estandarte de la modernidad y las vanguardias que es Barcelona, la sede de los Juegos Olímpicos de 1992.

Cobi, Barcelona 1992

La Macota Izzi fue presentada en la ceremonia de clausura de los Juegos de Barcelona, cambió su nombre de Whatizit por el de Izzi, pues el primero era tan complicado que era difícil acostumbrarse a él. Izzi es más fácil y pegadizo, según lo decidieron los treinta y dos niños americanos de la lista de cinco nombres: Kirby, Starz, Zack, Gleamer e Izzi que se les dio para elegir un nuevo nombre a la mascota. Tras la etapa de remodelación que ha vivido esta mascota, la criatura unisexo y abigarrada, se ha convertido en una mascota estimada y respetable. En su etapa de Whatizit, la mascota era grande y azul, una feliz ciruela gris con una gran sonrisa en la boca. Después de una largo estudio hecho con niños para hacerla más entrañable, se le rebautizó con el nombre de Izzi. La mascota tenía una nueva imagen, un poco más estilizada, menos sonriente pero con todavía una sonrisa en sus labios. En 1994, Izzi volvió a ser objeto de remodelación y perdió todo su carácter entrañable del primer diseño; el logotipo final es más activo, un poco más alto y su nariz es roja.

Izzi, Atlanta 1996

En la Olimpiada en Sydney en el 2000 es la primera vez que se eligen tres mascotas para representar los Juegos de la Olimpiada y, lo que resulta más novedoso es que una de ellas es femenina; adaptándose de este modo los ideales del Movimiento Olímpico con los cambios que se producen en la sociedad de nuestra época.

Estos animales representan el ideal australiano de la tierra, el aire y el agua. "Ollie" ejemplifica el espíritu olímpico de la generosidad universal. "Syd" representa el medio ambiente y refleja el vigor y la energía de Australia y su pueblo. "Millie" es una tecno-mago y gurú de la información, con todos los datos y cifras a su alcance.

Ollie, Syd & Millie, Sydney 2000

Phevos y Athena fueron las mascotas oficiales de Atenas 2004. Ellos se inspiraron en glas muñecas griegas antiguas. Phevos olímpico es el dios de la luz y la música. Atenea es la diosa de la sabiduría y patrona de la ciudad de Atenas.

Phevos y Athena, Atenas 2004

En ese universo simbólico que son los Juegos Olímpicos en los que el fuego, la llama olímpica, el himno, etc. representan unidos el espíritu olímpico. Cada uno de ellos por separado posee toda una simbología que, unida al de el resto de símbolos olímpicos, conforma el espíritu olímpico. La mascota permite, junto con el logotipo, la representación emblemática de los Juegos Olímpicos. La producción de la simbología olímpica responde a las exigencias y a los condicionantes de la comunicación visual en la sociedad moderna que han obligado a las instituciones y organizaciones de grandes eventos deportivos a producir su propia simbología de identificación. La diferencia entre ambos símbolos estribaría en que entre la mascota y el logotipo se establece un recurso estratégico de comunicación para poder multiplicar la especialización del mensaje entre públicos diversos, ya que abarca todos los países del mundo y va dirigido a gente de todas las edades, y hacer posible múltiples aplicaciones de estos dos símbolos.

DCV. Florencia Antonini UNLP
DCV. Marina Calderone UNLP
Taller de Diseño en Cumunicación Visual II-V "C" FBA. UNLP.

Bibliografía
Museo Olímpico de Munich en http://www.olympic-museum.de/mascot/mascot1972.htm Comité Olímpico Internacional. Carta Olímpica. Lausanne : CIO, 1995. Sonia Domènech – Las mascotas en los Juegos de la Olimpiada, indispensables desde su aparición. Centro de Estudios Olímpicos (CEO-UAB, Barcelona, 1996. History of Olympic Mascots en http://www.studentmoneymaker.com/olympic-mascots.htm

No hay comentarios.:

Publicar un comentario